Depende del contexto en el que la otra persona lo utilice. Si dice que no es lo suyo es que es un tema exótico, pero al menos es más apasionante que hablar del tiempo o de tu color favorito o de tu trabajo.

Sin embargo, si esto fuera un fetiche tangible que la otra persona definitivamente quisiera vivir, también sería feliz porque entonces no tendría que hacerle perder más tiempo a él o a mí.