Ver a Gus haciendo sus actos sucios es una rareza, razón por la cual las escenas en las que comete actos atroces siempre parecen tan repentinas y tienen tanto impacto.
Arturo Colón era uno de los lugartenientes de mayor confianza de Héctor Salamanca y, durante una recogida en la fábrica de Los Pollos Hermanos, decide exigir seis paquetes a los hombres de Gus, en lugar de los cinco que suelen recoger. Parece que él y Nacho se han salido con la suya con su audaz movimiento, sin embargo, cuando salen de la fábrica, Gus emerge de las sombras, ata una bolsa de plástico alrededor de la cabeza de Arturo, le estrella la cabeza contra un auto y se para junto a él mientras se asfixia. Nacho debe observar todo el acto a punta de pistola en lo que es un mensaje realmente poderoso de Fring.
Es una de las muertes más espantosas y prolongadas de Better Call Saul, y una vez más demuestra cuán despiadado puede ser Gus cuando se le pide.
Sin embargo, la crueldad de Gus siempre es superada por su capacidad para ver el potencial comercial de una situación, y su chantaje a Nacho después de despachar a su socio es casi tan frío como el asesinato que acababa de cometer.