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El papel del tejido adiposo en el ciclo menstrual se debe principalmente a la aromatasa expresada en el tejido adiposo. Esta es una enzima que cataliza la conversión endógena de andrógenos en estrógenos.

Cuando el porcentaje de grasa corporal disminuye, también disminuye el número de enzimas aromatasas, lo que significa que se produce menos estrógeno y esto puede provocar amenorrea.

La actividad de la aromatasa no sólo depende del tejido adiposo, sino también de otros factores como el estrés y, sobre todo, la genética.

Esto significa que, en general, la ausencia de la menstruación no puede relacionarse con el IMC (que tampoco es una medida perfecta del tejido adiposo).