Revista Playboy
Por lo general, hay pocas razones realmente convincentes para mirar de reojo a esas mujeres de la WWE que lo desnudaron todo en las páginas sagradas de la revista porno suave Playboy. Es difícil evitar la sugerencia de que, en realidad, es una excusa para un poco de excitación. Pero hay un par de buenos.
La muerte de Hugh Hefner, a la edad de 91 años, es una de ellas.
El veterano empresario de revistas ha recibido una serie de elogios contradictorios a raíz de su fallecimiento, desde histéricos hasta hagiográficos, caracterizado como un proxeneta misógino y un defensor de espíritu libre de la revolución sexual. Entre el volumen, un conjunto de voces perdidas han sido las de las propias modelos. Torrie Wilson se apresuró a expresar su gratitud a Hefner por el impulso que la sesión dio a su carrera, y muchas otras ex modelos de Playboy de manera similar se hicieron eco de esos sentimientos.
Durante un tiempo, WWE y Playboy fueron compañeros de juego perfectos, una relación que se adaptaba perfectamente a los burdos ideales de la Attitude Era y la demografía que trajo consigo. Con el tiempo, la política de la empresa hacia el empleo de mujeres estuvo dictada en última instancia por su capacidad para adaptarse fluidamente a la impresión. Desnuda, si es posible.
No es de extrañar, entonces, que haya más de dos puñados que lo desnudaron todo durante una generación de ojos adolescentes que se comían con la mirada en dormitorios oscuros.
A raíz de la muerte de Hugh Hefner, Torrie Wilson rápidamente saltó a las redes sociales para agradecer al pornógrafo por darle la oportunidad de protagonizar dos veces la portada de su ilustre trapo de primera calidad.
Wilson se desnudó por primera vez para Playboy en 2003, instigando una disputa en pantalla con una celosa Nidia. La fea cabeza de Envy reapareció después de WrestleMania XIX, cuando la estrella de la portada original de la WWE, Sable, irrumpió en la ‘Playboy Coming Out Party’ de Torrie, con el inevitable y aburrido resultado de un Concurso de Bikini entre los dos.
Se besaron y se reconciliaron en la pantalla, literalmente, antes de que la pareja apareciera uno al lado del otro, en plena piel, en la edición de marzo de 2004 de la revista.